LA MAR, LAS NUBES Y LOS BARCOS

domingo, 26 de diciembre de 2010

TEXTO DEL CATALOGO DE MI EXPOSICIÓN EN EL CORTE INGLÉS

AL CLARO DE LUNA EN LA MAR
     Como romántico en ética y estética, la noche siempre ha sido para mí, motivo de inspiración literaria  y pictórica. En la noche puede pasar todo y a todo la noche le infunde un halo de misterio que envuelve y transforma lo más prosaico a la luz del día, dándole matices poéticos inimaginados a pleno sol. Pero la noche en la mar o junto a él, con la luna por testigo, de siempre han reavivado aun más mis sentimientos románticos.
   Por eso, recuerdo con nostalgia aquellas noches de plenilunio con la mar como espejo de la luna, en la calma chicha de las regatas nocturnas, que viví como regatista durante muchos años. Aquella  luna que rielaba en la mar del poeta romántico, poniendo vibración óptica al profundo silencio de la noche, e iluminando en el horizonte  las fantasmales velas de un  barco, quizá  el  del  “holandés errante”.  Aquellas  nubes desgarradas y negras de presagios, que en su lento caminar por el cielo,  a veces la ocultaban por unos momentos eclipsando su  dulce y fría luz. Y las otras nubes: aquellas  que recibían su luz y la reflejaban sobre las aguas, de cuyo vientre plateado por vibrantes reflejos, podría surgir en cualquier momento, como en el “Nacimiento de Venus” de Botticelli, una sirena naciendo de la mar para venir con nosotros en el barco.  Aquellos fines de semana,  que con algunos inolvidables amigos del Club de Regatas, la mayoría de ellos  ya desaparecidos, pasábamos en la entonces casi desierta  Tabarca. Aquellas vigilias nocturnas que duraban  hasta que le hacíamos  amanecer al día, al son de habaneras y canciones marineras. Y aun más atrás en el tiempo, recuerdo las noches a la orilla del mar, en los largos veraneos de mi infancia, con mis hermanas adolescentes escuchando el eterno ir y venir de la olas a la luz de la luna, mientras de  la radio de la taberna del puerto, venían los sones de aquella canción de Jorge Sepúlveda, entonces de moda, “Mirando al mar soñé…”
   ¡Todas!, todas esas noches de mis recuerdos junto al mar y a la luz de la luna, me inspiran para la realización de buena parte de mi mas reciente obra pictórica, que ahora y gracias a los responsables del Ámbito Cultural de El Corte Inglés, tengo la oportunidad de  exponer en esta exposición monotemática, en la que se refleja la nostalgia consustancial a mis sentimientos románticos.
Carlos Bermejo
Pintor  marinista y ahora marinero en tierra.


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